Zona euro: El BCE sube los tipos 50 puntos básicos en marzo; elimina la referencia explícita a nuevas subidas
En su reunión del 16 de marzo, el Banco Central Europeo (BCE) subió el tipo de interés de las operaciones principales de financiación, el de la facilidad marginal de crédito y el de la facilidad de depósito en 50 puntos básicos, hasta el 3,50%, el 3,75% y el 3,00%, respectivamente. Sin embargo, debido a las recientes turbulencias financieras provocadas por el colapso de varios bancos regionales estadounidenses y los problemas de Credit Suisse, el BCE abandonó cualquier referencia explícita a subidas adicionales en el futuro, haciendo hincapié en un enfoque dependiente de los datos en las próximas reuniones. Además, el Banco declaró que el ritmo de reducción de su cartera del programa de compra de activos (APP), que comenzó en marzo de 2023, es coherente con la disminución prevista de 15.000 millones de euros al mes, y reiteró que continuará a este ritmo hasta junio de 2023. También reiteró que el ritmo de reducción posterior se determinaría con el tiempo. Por último, el BCE reiteró que reinvertiría los pagos del principal de los valores que venzan adquiridos en el marco del programa de compras de emergencia para casos de pandemia (PEPP) hasta al menos finales de 2024, proporcionando así apoyo a los gobiernos del sur de Europa fuertemente endeudados. La decisión de continuar con las subidas se vio impulsada por una inflación general todavía elevada, aunque en descenso, y una inflación subyacente en aumento. El Banco prevé ahora una inflación media del 5,3% este año, del 2,9% en 2024 y del 2,1% en 2025, mientras que espera que la economía crezca un 1% este año y un 1,6% en 2024 y 2025.
El Banco ya no mencionó un endurecimiento adicional en su comunicado más reciente, consciente de las turbulencias financieras causadas por un sector bancario estadounidense tambaleante y los posibles efectos indirectos sobre las instituciones financieras de la zona euro. En este contexto, trató de tranquilizar a los mercados afirmando que su “conjunto de instrumentos de política está plenamente equipado para proporcionar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro en caso necesario”. Sin embargo, dejó la puerta abierta a nuevas subidas, al afirmar que “está dispuesto a ajustar todos sus instrumentos en el marco de su mandato para garantizar que la inflación vuelva a su objetivo del 2% a medio plazo”. Carsten Brzeski, responsable global de macroeconomía de ING, comentó: “En conjunto, la decisión y el comunicado de hoy dejan la puerta abierta a acalorados debates en las próximas reuniones. Debe quedar claro que con cualquier nueva subida de tipos aumenta el riesgo de que algo se rompa. Por tanto, las decisiones de hoy podrían marcar el inicio de la fase final del ciclo de endurecimiento del BCE: una ralentización del ritmo, la magnitud y el número de nuevas subidas de tipos” La próxima reunión de política monetaria está prevista para el 4 de mayo.