La corona noruega, en máximos de tres años por la fortaleza del precio del petróleo

La corona noruega se apreció notablemente frente al euro en las últimas semanas, alcanzando su nivel más fuerte desde octubre de 2018. El 25 de marzo, la divisa cotizaba a 9,48 coronas noruegas por euro, lo que suponía una apreciación del 4,9% respecto al mismo día del mes anterior, mientras que en lo que va de año subía un 5,7%. Además, la corona subió un 7,6% en términos interanuales. El estallido de la guerra tras la invasión de Ucrania por Rusia a finales de febrero ha disparado los precios de las materias primas, especialmente del gas y el petróleo; Rusia es uno de los tres principales productores mundiales de crudo. Aunque no se espera que Rusia corte el suministro a Europa debido a su importancia como fuente de ingresos para el país, la imposición de sanciones y la incertidumbre sobre las limitaciones de suministro inducidas por la guerra han lastrado las expectativas. Aun así, la Unión Europea ya ha empezado a planificar y a abastecerse de energía en otros lugares, lo que beneficia al sector exterior noruego -el país es el segundo exportador de petróleo y gas de Europa-, al fondo soberano del país y, a su vez, a la corona noruega. Entretanto, prosiguen las conversaciones con Alemania sobre un posible gasoducto de hidrógeno que conecte ambas naciones, mientras que el gasoducto que une el país con Polonia podría estar listo a finales de año, lo que añadiría un nuevo impulso a las perspectivas de exportación. Además, un Norges Bank cada vez más duro reforzó la fortaleza de la NOK. En su última reunión del 23 de marzo, el Norges Bank aumentó el tipo de depósito a la vista en 25 puntos básicos, situándolo en el 0,75%, y fijó siete subidas más hasta finales de 2023.

Los mercados esperan que los precios de la energía se mantengan elevados a medio plazo, lo que es un buen augurio para la evolución futura de la corona noruega. Dicho esto, el margen para un mayor fortalecimiento podría ser algo limitado una vez que el país alcance la plena capacidad de producción. De cara al futuro, se prevé una cierta depreciación de la moneda desde sus fuertes niveles actuales.